
De cupido eres valiente ballesta,
unos te dicen duende, otros prisión,
más yo me reservaré opinión
pues apenas salvarías la testa.
Casados que cambiaron joven fiesta
por silencios, rutina con sesión
cuando venció deber a la pasión,
huido como gandul en la siesta
marcha el caprichoso a otras bocas,
siguiendo el ritual estafador
de quien da necesidad por cobijo.
Ábranle camino al morador,
pues su exilio a sensatas torna locas
y a poetas versos de botijo.