lunes, 8 de octubre de 2007

NOVEDAD: 'EL HOMBRE DE DOS CABEZAS'



El hombre de dos cabezas venía a por mí,
me buscaba desde que escribí mi primera línea,
pero yo también lo buscaba a él,
mi mala y buena suerte me habían traido a esa ciudad,
una ciudad llamada: La Luz de Las Sombras.
Me dijeron que allí habitaban los poetas
desde que la poesía murió
y por eso me mudé hasta aquellas tierras
en busca de asilo y respuestas.
Todas las fachadas estaban escritas en aquella urbe,
las farolas,el asfalto,las palomas y las ratas,
hasta las estrellas portaban sonetos en sus cabos.
Sentado en una taberna inflamada en sus húmedas maderas
un camarero de delantal versificado en coplas
me sirvió otro ron tatuado por poemas
mientras sin prisa pero sin descanso aguardaba,
aguardaba tranquilo y nervioso al hombre de dos cabezas.
Y así pasé mis primeras veintisiete noches,
sin moverme y leyendo todas las mesas
que los clientes iban abandonando uno tras otro
hasta que llegaban los nuevos,
y en esos descansillos era donde me empapaba
de aquellos regalos líricos para el forastero.
Hasta que una madrugada,porque allí siempre era de noche,
el hombre de dos cabezas se personó ante mí,
no podía ser verdad,ese hombre...esos rostros...
¿Por qué veía en sus cabezas la mía?
Una de ellas me dijo que volviera a casa,
que en aquella ciudad jamás sería feliz
mientras la otra asintió cobarde con un sumiso gesto
que denotaba más temor que opinión.
Una vez escuchado a las dos cabezas
miré unos segundos al suelo
y cerré los ojos fuertemente,
arrugando los párpados con tal brutalidad
que me parecieron engullidos por mi cara,
una vez incorporado y con la vista en alza
el hombre de dos cabezas había desaparecido,
y nunca más quise volver a saber de él,
y me quedé a vivir en aquella ciudad,
ya era demasiado tarde para que colgara mi pluma,
mi conciencia había enviado a mis gemelos para convencerme
y se había topado con un poeta firme en sus sueños
e imperecedero en sus vuelos internos
y ya jamás quise retornar al mundo enjaulado de la realidad.