
Mi falta de ti
es tan osada
que me avergüenza
en todas partes,
en los parques repletos
y en las muertas calles,
en mi soledad portuaria
de muelles manchados de nostalgia,
de redes que no pescan
más que llantos,
en los espigones desiertos,
tan desiertos
que ni las gaviotas
quieren usarlos de cagadero,
en los besos
que no merezco
y en los que sí,
en los que omito
y en los que grito.
Mi falta de ti
es tan irracional
que le pone tu olor a todo,
a mis sombras
y a mis penurias,
a mis sobras
y a mis angustias,
a mis risas de vidrio
y a mis poemas
sin destino ni asilo.
Mi falta de ti
se ha vuelto loca,
no me deja cubrirme
con nada ni con nadie,
me quiere sólo para ella,
vivo o muerto,
triste o contento,
en divinas fragancias
o en excrementos.