sábado, 10 de noviembre de 2007

NOVEDAD: 'BENDECIDA IV'




Los adioses fueron adobados en batutas encriptadas,
en los incomprendidos fosos de la ausencia,
el arco-iris era un nudo en tus alturas,
en las gargantas donde tragabas las salivas del abandono
mientras el águila se fue a pie,
las alas eran sangre en su huida
y en su destierro el fin de las tormentas imparables.
El celestino tiempo trajo tus tactos
y los cabellos deslumbrantes en la noche fiel,
en la estampa mariana que te coronaba
como madre de todos mis milagros.
Labios esqueleto pastaban los desiertos
buscando el agua de tu boca
y los dulces estigmas de tu perfume.
¿Cómo ser exilio y precisión?
¿Cómo cantarte en la afónica distancia?
¿Cómo apagar fuegos que nacieron solos?
¿Cómo serte presente con el pasado mutilado?
Me llevé los océanos por asesinar los naufragios.
Me llevé las nubes negras de tus cielos.
Me llevé tus males y los repartí por el mundo.
Limpio de la negrura te recuerdo como un sueño manifestado
en mis salidas de la tierra,
tu geografía es diamante ligero y mentor,
aprendí a vivir sin miedo en la carencia de ti,
aprendí a serte yo en el silencio lejano...
pero ya no estabas para verlo,
y volví a tus lindes y a tus posos,
en mi tumba vi un cartel que rezaba: peligroso,
y en mi ataúd habían enterrado mi imagen,
te miré,me asentiste con la cabeza,y rompí a llorar.