-Te espero.
-Lo sé.
-Me aguardas.
-Es inevitable.
-Me temes.
-No, te asumo.
-Me costará más años lapidar tu huella que tu cuerpo.
-Eso también lo sé yo.
-Creído.
-Monótono.
¿Cómo te atreves? No puedes competir.
-¿Y quién pudo? No me siento inferior.
-Insolente.
-Puta.
-Ya vendré a buscarte algún día.
-Mientras iré dejando migas escritas para no extraviarme en el olvido.
-Iluso.
-Iluso no. Inmortal.
( A una de las muchas conversaciones que mantuve con la Muerte.)
