
Angostos espacios hincados en el crepúsculo enlutado,
la soledad está aguada, derramada en humos expirados
a la orden del sepulcro reductor.
Contemporáneos silencios acristalados por secuelas,
un buitre se ha posado en el trastorno de restos y espera,
vientos enfermos a su paso por conciencia,
el verano es gregoriano en humedades graves
y cantoras de mi posición;
aniquilada por los años de trigo,
donde lo prendí todo menos los escritos...