
Como atrapado,
como anclado en fiero puerto
voy de la dormidera hasta el estruendo,
las argollas muestran sus largas horcas,
las gaviotas desaparecieron cuando tumbaron al sol,
un barco bebe agua negra en sus heridas.
Deshabitado buque tatuado en runas se aproxima,
el timón lo hurtaron los años,
vamos a colisionar.
Los lugareños hablan visigodo y latín;
las lenguas de los muertos.
Los pescadores dicen que el barco es un poeta
y el puerto su cabeza.
Los herreros se afanan en ordeñar el metal
mientras las brujas guardan sus grimorios,
una guerra va a estallar...