domingo, 7 de marzo de 2010

LLEVAME




Llévame a tu rastro de miel y cuchillo,
a donde las lunas son las sábanas,
llévame por los besos tiernos
y los aullidos translúcidos
donde tu alma es reina maga.
Llévame a jugar con los niños que me dejas,
pequeños diablillos que se llaman sueños,
al apostar sinceros,
venciendo son pajes,
perdiendo camareros.
Llévame a tus cielos de guiño férreo,
a donde las salivas son banquetes
sorteando el tiempo.
Llévame a tus camas de fuego,
a donde lo arquitecto es obrero,
a donde el coito es eterno,
llévame a cantarte con la gratitud
del que sacaron del averno.