jueves, 20 de mayo de 2010

DESEO, TÚ, MI DESEO




Deseo, tú, mi deseo.
Galopante llama de fuego,
rugido estival de los veranos que muerden,
por salivas y alfombras que llevan tu olor
en las relampagueantes capas que prenden al unísono.
Deseo, tú, mi deseo.
Mi hoguera cósmica,
mi fusilamiento permitido,
de pólvoras y alergias
que llaman a las cenizas
que dejo en el cosido
de la resulta, combustión, bienvenida.
Deseo, tú, mi deseo.
Mi cañonazo al cielo,
mi fundición al viento,
destelladas calientes en los roces con leña
y las miradas que destripan, avivadas,
con burbujas de sol hirviente
en el calcinado rezo
de hacerlas incendio.
Deseo, tú, mi deseo.