viernes, 16 de julio de 2010

TU MEJOR TÚ




Gracias por darme tu mejor tú,
entre miradas que empiezan en los ojos
y terminan en la entraña,
entre tactos que no se arrepienten
y días que no temen a sus venideros,
gracias por darme tu mejor camada,
llena de habitaciones limpias, con recipientes
acomodados a la luz
que te vio construirte hacia arriba,
si, no hay duda, tu mejor tú.
Gracias por dármelo,
por adobarme en las noches,
con caricias que no dudan,
que no se piensan,
que si se sienten,
que si me llaman,
que si me vierten
ascensiones a los cielos.
Gracias por darme tu mejor tú,
habitado por armonías y paces azucaradas,
con un horno de cada beso,
repostería de tu alma
que me alcanzas con el gemido,
el silencio o la palabra.
Tu mejor tú es un amarillísimo sol
de fuegos celestiales,
que no sé si me lo habrás dado tú
o me lo habré ganado yo.