lunes, 30 de noviembre de 2009

TUS PORTONES




Perplejo me he quedado
frente a los portones barrocos de tu distancia,
de gigantes pilares enredados en su forma
y un esplendor coronado de metales salientes,
un foso gobierna la retaguardia
no muy lejos de la entrada,
no recuerdo como llegué hasta aquí,
perdí el caballo,
la daga y el arco,
perdí los mapas
y las habas mágicas,
sólo mi estatura sobre el suelo
y mis inseparables palabras
he podido reunir para retarlos
en una incómoda noche
donde ni las alimañas se acercan.
Intranquilidad me he diagnosticado
frente a los portones infranqueables de tu distancia,
de maderas talladas en runas
y demonios presos en sus bisagras,
un desproporcionado pomo,
capital de tu entrada intratable
me ha fruncido el ceño
cuando me disponía a tocar.
Sonriente me he llamado
frente a los portones desafiantes de tu distancia,
de catapultas llamadas a quebrar
y centinelas temblorosos
que he logrado oler
en mi presencia inamovible,
hechicería de poetas tercos,
un ruido ensordecedor,
mi corazón ruge en tu reclamo,
ahora si, tus portones han abierto...