jueves, 1 de julio de 2010

BRÚJULAS ROTAS



Recojo mis brújulas hechas trizas,
en éste espacio soberbio
llamado a ser benévolo
donde escupo mi sangre en éstos versos.
Una mueca inválida,
un gesto petrificado,
sudor frío y vaso largo,
las nociones hoy son prostitutas amputadas,
sin movilidad y con interés corrupto
me han vuelto a sacar del marco tibio
que nos roban a los que una vez fuimos nómadas.
Las estrellas del sosiego están demasiado altas
para un cuello destrozado
de levantarse contracturado de males
que sin perdón de nadie
se malvenden en la búsqueda de señales.
Benditas las amnesias voluntarias
y los olvidos por encargo,
que me es imposible salir airoso,
¡ lo juro por Dios !
de los pozos donde me quieren solo.
Salvo en los sueños que alcanzo descanso,
imaginaria de preciosidades ligeras
e inconscientes en los párpados cerrados,
todo lo demás son tormentas,
recreos de una mente esclava
de presidios en los ojos abiertos
y eternos días, pesados.
Recojo mis mordazas hechas fermento,
similares a las palabras,
pero sin merecer semejante nombre
¡ lo juro por Dios !
sólo eran pólvoras asesinas
y aire con veneno de aguijón,
que es en éste tiempo de orgullos
donde zarandeo mi alma
de mi derrota en el subsuelo.