viernes, 2 de julio de 2010

MUJERES



Que me perdonen las flores,
los besos eternos,
los océanos que son cielos líquidos,
que me disculpen los coitos espaciales,
los ‘sí quiero’ verdaderos,
los buenos despertares,
la conciencia limpia
y lo blanco del invierno,
que me perdonen sin rencores,
el polen de las primaveras,
los abrazos cosidos al alma,
las palabras aterciopeladas,
la mirada de un recién nacido,
que me perdonen,
del error sus lecciones,
del amor sus latidos,
que me disculpen si por favor quieren,
que juro que no vi nada más hermoso
como la mágica belleza de las mujeres.