viernes, 8 de octubre de 2010

TE QUISE QUERER



Te quise querer de puntillas
y te acabé queriendo a pies desnudos,
en un delicioso mosto que fue un vino de dos,
te quise querer en la suerte sin memoria
y te acabé queriendo en la certeza
de un plaga de respuestas que fueron familia
de preguntas que llevaban los panes más dorados,
banquete de puntual harina,
temores de magdalena
y dudas de ensaimada,
que todas las trabas fueron engullidas.
Te quise querer en la prisa
y te acabé queriendo en lo inmóvil,
donde los árboles entierran sus pies
en los lentos parques de la tierra,
verbena de piedras y huesos,
de raíces y paciencias.
Te quise querer tan sin querer,
que a pesar de todo,
te acabé queriendo por diez.